domingo, 31 de julio de 2016

Foix

Este verano hemos hecho un recorrido por varias zonas de Francia, principalmente hemos visto parte de Midi Pyrenees-Rosellon Languedoc que, desde el 1 de enero, es una sola zona, también parte de la Dordoña, Perigord Noir y Lemosin, en fin, un viaje completito, que os detallo, más o menos, en la foto de abajo.







En Foix estuvimos poco tiempo, ya que todavía teníamos 120 kmts para llegar a la casa que habíamos alquilado, así que llegamos tarde y teníamos que escoger el castillo o el rio subterráneo navegable más largo de Europa. Escogimos el rio, ya que veríamos más castillos a lo largo del viaje. En este viaje es muy importante el mundo cátaro. Los cátaros eran una doctrina por la cual había una dualidad, Dios y Satanás, y concebían la salvación a traves del ascetismo y el completo rechazo al mundo material, por lo que les parecía escandaloso el despilfarro de la Iglesia Católica y eran muy críticos con ella. Eso provocó que ésta los considerara una doctrina herética y, apoyada por el rey de Francia, inició una cruzada violenta a partir del 1209, que prácticamente acabo con ellos y poco se extinguieron.







Casa en Foix



 Vista de la Abadía desde el Castillo, abadía, posiblemente fortificada, construida en el siglo IX, de estilo carolingio y consagrada a San Volusiano. Fue destruida en las Guerras de la Religion, que hubo en Francia, y reconstruida en el XVII.



Castillo del conde de Foix

El castillo de Foix, aparte de ser uno de los principales lugares para el turismo, tuvo una gran importancia para el mundo cátaro. Las zonas que visitaremos tuvieron una gran influencia de los cátaros. Eran totalmente estrictos con el ascetismo, la castidad y el vegetarianismo. Para ellos Dios creó cielo y almas, el Diablo creó las cosas materiales, las guerras y a la Iglesia Católica. Como veis no le tenían mucho cariño a la Iglesia.




 Cuando subimos al castillo, el horario era incompatible con el del rio, así que decidimos ver el río.


El rio subterráneo de Labouiche, en las afueras de Foix, está a 60 metros bajo tierra y tiene, apróximadamente, un kilometro y medio. No tengo más fotos porque está prohibido y, en realidad, lo bonito es el viaje. 
 




El sistema de desplazamiento es un cable de acero que se extiende a través de todo el recorrido y del que tira un guía que te va explicando todos los rincones del camino, siempre que hables francés, claro. Debes tener buena vista y buena cintura porque, a veces, tienes que tumbarte, literalmente, en la barca para no darte en la cabeza. De todas formas es una visita que merece la pena. Cuesta 10 euros los adultos y 8 los niños, se recomienda alguna prenda de abrigo, como un jersey o similar, aunque sea en verano y zapatos cerrados. La visita dura unos 75 minutos y hay parking gratis, ya que está en medio de un bosque. Se recomienda llegar media hora antes de la última salida.


Bien, este es un vistazo a la ciudad de Foix, que creo os muestra lo que te ofrece, espero os haya gustado.




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