sábado, 15 de abril de 2017

El Hospital de los Venerables

El sábado 4 de febrero fui a ver la Exposición de Velázquez y Murillo que se muestra actualmente en el Hospital de los Venerables Sacerdotes y me informé de este monumento poco difundido y que muchos visitan sólo por las muestras de arte que se exponen allí. 
Allá por el año 1627, la Hermandad del Silencio decide tener un sitio donde cobijar a los sacerdotes ancianos y pobres y enfermos, y después de estar en algunas casas alquiladas, decide en 1673 fundan otra hermandad que tendría solo el fin que venían desempeñando y deciden construir el Hospital.



Fachada principal del Hospital de los Venerables

Está enclavada en el corazón del Barrio de Santa Cruz, junto a la Hostería El Laurel, conocida también por ser escenario de la obra de José Zorrilla, D. Juan Tenorio.


Además de muestras itinerantes, como esta que visité, también hay una exposición permanente dedicada a Velázquez y una iglesia preciosa. todo está incluido en la visita guiada que hice y que fue conducida bastante bien por la empresa +Conoce mi Ciudad  con la que he hecho ya alguna visita guiada, como las cubiertas de la catedral, que podéis ver en http://www.viajarconrafa.com/2016/01/paseos-por-sevilla.html . En esta ocasión, aunque el chico que nos acompañó era muy simpático y se veía preparado, creo que además de los  detalles técnicos, que estuvieron muy bien, faltaron algunas anécdotas sobre los personajes, de la historia y el entorno que rodeaba a los pintores pero, en lineas generales, estuvo bien.

Patio del Hospital
Patio Sevillano, con una fuente a más bajo nivel por los problemas que tenían de abastecimiento de agua.


Arcos del patio principal




Los azulejos y el suelo original
Lateral de la Iglesia
La iglesia es pequeña pero preciosa, es una sola nave con una bóveda de medio cañón. Hay murales al fresco de Valdés Leal. El órgano, construido en 1992, acaba de cumplir 25 años, es una maravilla y son dignos de escuchar los conciertos en tan estupendo marco. El próximo será el próximo 4 de marzo y los primero sábados de cada mes, a excepción de mayo que será el día 13. Tienen una duración de unos 50 minutos y la entrada cuesta 6 euros.



Órgano del templo
Cúpula y paredes simulando tapices
  
Retablo de la Concepción
Retablo Mayor
 En el retablo Mayor, de 1889, podemos admirar la Apoteosis de San Fernando, de Lucas Valdés.
 A los lados, San Clemente y San Isidoro, de Virgilio Mattoni. Los dos santos en relieve son San Juan Bautista y San Juan Evangelista, se cree que tallados por Martínez Montañés. 

Techo de la sacristía

 La escena del techo de la sacristía, donde la perspectiva de  la balaustrada cambia según donde te coloques.


Las figuras de la cúpula son pintadas, aunque da la impresión de ser de bronce



 Podeis subir para recorrer los pasillos y ver muebles y cuadros muy interesantes.





 Arriba teneis un pequeño acceso desde donde podéis ver el órgano y la iglesia desde otra perspectiva.

 En cuanto a la Exposición, está prohibido hacer fotos de los cuadros, así que mejor que vayáis a verlos, merece la pena, por los cuadros, por el Hospital y por el paseo por el Barrio de Santa Cruz. 

Bien, pues ahí os dejo otro rinconcito de Sevilla que espero os haya gustado, como siempre digo nada comparado con estar allí, pero al menos os lo acerco un poco a ver si os animáis.

















martes, 4 de abril de 2017

Archivo de Indias

La Casa de Lonja de los Mercaderes de Sevilla, fue construida entre 1584 y 1598, en tiempos de Felipe II. Tras descubrir América, los Reyes eligieron Sevilla como puerto exclusivo para el comercio con el Nuevo Continente. Los comerciantes usaban las gradas de la Catedral para sus negocios y cuando hacía mal tiempo, se trasladaban al interior de la misma.
Entrada al Archivo de Indias

El cabildo de la Catedral, para evitar excesos de los comerciantes, instaló columnas con cadenas y contrató alguaciles para evitar que pasaran por la calle animales de carga. Ante las quejas del Cabildo, Felipe II decidió construir el edificio para la sede de la Lonja y que terminó siendo el Archivo de Indias. 




Una de las estancias

La fundación del Archivo de Indias se produce en 1785 y son dos razones, principalmente, las que provocan este hecho, la primera porque el Archivo General de Simancas estaba falto de espacio, ya que era el Archivo Central de la Corona. Por otro lado, Había un fuerte deseo de escribir una historia de la conquista y colonización española.











En sus largos pasillos, ocupados por copias de los archivos originales que se encuentran a buen recaudo en los sótanos del mismo edificio, se celebran exposiciones y muestras, siempre relacionadas con el mundo Hispanoamericano, como es lógico.





Ese día había una exposición de grabados sacados del libro de Felipe Guaman de Ayala, un cfronista indígena de la época del virreinato de Perú, que se dedicó durante varios años a recorre la zona y a escribir este libro donde narraba las relaciones entre la sociedad peruana y los conquistadores, así como el abuso que se producía, en muchos momentos, por parte de estos últimos.

Digno de reseñar la entrada del libro


Parte de los grabados


Cristobal Colón

Tapa de una caja fuerte donde se pueden ver los mecanismos.




 El monumento de abajo, junto a la Puerta del Alcazar, fue levantado por el Cabildo de la Catedral para dar gracias porque el terremoto de 1755 no había causado víctimas, el terremoto, sin embargo, produjo daños en la Lonja, arriba la factura de los gastos de reparación.









La cruz de los juramentos está en el lado norte del Archivo de Indias desde 1612, se llama así porque los mercaderes que hacían tratos con América, tenían que jurar en público que cumplirían con sus contratos.


Es el Archivo más grande de España sobre la historia de España en América y Filipinas. Alberga documentos firmados por personajes como Colón, Cortés o Pizarro.

Consta, aproximadamente de 43.000 legajos con unos 80 millones de páginas y 8.000 mapas y dibujos. Si se pusieran en fila todos los archivos tendrían una longitud de 9 kilómetros.

La entrada es gratuita y se puede ver en un par de horas más o menos, en función también de la exposición que haya en ese momento.


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