Como dice Manuel Carrasco:
Huelva, descubridora
llena de magia
cada rincón que tienes
sabe a mi casa
Yo soy sevillano, pero para acabar con rumores y malentedidos, a los sevillanos nos gusta Huelva, sus playas, su sierra, su gente, su gastronomía y, además, tengo allí buenos amigos con los que pasé un estupendo fin de semana.
Dando una vuelta por la capital onubense se pueden encontrar rincones y monumentos dignos de visitarse.
Por ejemplo, la Catedral de la Merced.
Huelva, descubridora
llena de magia
cada rincón que tienes
sabe a mi casa
Yo soy sevillano, pero para acabar con rumores y malentedidos, a los sevillanos nos gusta Huelva, sus playas, su sierra, su gente, su gastronomía y, además, tengo allí buenos amigos con los que pasé un estupendo fin de semana.
Dando una vuelta por la capital onubense se pueden encontrar rincones y monumentos dignos de visitarse.
Por ejemplo, la Catedral de la Merced.
La catedral de Huelva es un edificio comenzado en 1605, que se inician en estilo Renacentista y desembocan en Barroco. En principio fue una capilla, que formó parte de un convento que levantó Alonso Pérez de Guzmán para que lo ocuparan los monjes Mercedarios Descalzos.
La estructura original duró, practicamente, un siglo ya que el terremoto de Lisboa de 1755, afectó gravemente al ya deteriorado edificio y el de 1765 lo convirtió casi en ruinas. Esto provocó que tuviera que sufrir una reforma integral ya en Barroco puro.
En su interior destacan el Cristo de Jerusalén y la replica en grande de la Virgen de la Cinta.
Otro sitio emblemático de Huelva es el Santuario de la Virgen de la Cinta. Está situado en la zona conocida como el Conquero. Esta Virgen es la patrona de la Ciudad. En ella se puede observar a la Virgen sentada, teniendo en su regazo al niño. en la mano izquierda sostiene una granada.
Tambien se pueden ver unos azulejos de Daniel Zuloaga, que relatan varias historias marianas y marineras.
La Plaza de las Monjas es un espacio abierto situado en el centro histórico de Huelva. Al entrar por la Gran Vía os reciben 8 farolas de forja y una estatua de Colón.
Plaza de las Monjas |
Cristobal Colón en la Plaza de las Monjas |
Humilladero de la Cinta |
Vista desde el Santuario de la Cinta |
Paco Toronjo, rey del fandango |
También es importante, como no, el fútbol, en la ciudad en que nació, y donde está la sede del club Decano, el Recreativo de Huelva, por desgracia en horas bajas.
Estadio Nuevo Colombino |
Monumento a Colón en la Punta del Sebo |
Después de unas visitas a esos monumentos nos fuimos a comer al Restaurante Acanthum. Está situado en la calle San Salvador. Es el único restaurante onubense que tiene una estrella Michelin, concedida el año pasado. Aunque tengo que confesar que yo soy más de lo clásico, osea el solomillo con patatas fritas, la verdad es que la experiencia fue interesante. El menú que escogimos tenía unos 12 platos.
Pizarra en la entrada |
Una de las cosas que me gustó es que usa productos de la tierra, tanto en comida como en bebida.
Longueron, velo de puerro, su ceniza y coco |
El atún que soñaba con las bellotas |
En definitiva, doce platos con sus nombres elaborados y su explicación por parte de quien te servia el plato, bebimos también un vino de la provincia de Huelva llamado Bemoles, el cual recomiendo, concretamente de Almonaster la Real. Fue una experiencia interesante y que no me importaría repetir de vez en cuando, al menos sales de la rutina.
Ticket para 10 personas |
El menú elegido era de 72 euros por persona, pero esto es sin bebida, después puede pedir bebida con maridaje, o botellas de una marca en particular en función de lo que vayáis bebiendo, si vais muchos recomiendo pedir las botellas a vuestro gusto ya que es más económico. También cada bandeja de pan que pidáis viene con un poco de aceite y vale dos euros cada una.
Por la noche nos llevaron de cervecitas y estuvimos en Agmanir un bar donde pones unos montaditos de aguja deliciosos, entre otras cosas.
Bar Agmanir Calle Arquitecto Pérez Carasa |
Cerramos la noche tomando una copita en Gran Vía Theatre, buenos precios y ambiente agradable.
El alojamiento, espectacular, de cinco estrellas, con desayuno buffet incluido yo os lo recomendaría pero no sé si a mis amigos Salvador y Antonia les hará gracia que vayan a dormir a su casa gente desconocida.
Por la mañana, después de un estupendo desayuno en casa de mis amigos, nos desplazamos al llamado Muelle del Tinto, aunque está sobre el rio Odiel, construido a principios del siglo XX por la compañía minera de Rio Tinto para el desembarco de material de la mina.
El muelle del Tinto |
También paseamos por el nuevo paseo marítimo construido en la Punta del Sebo, donde teneis varios kilómetros de paseo.
Paseo marítimo |
Entrada al embarcadero y zona de copas |
Cerca de allí nos dirigimos a coger la canoa que nos llevaría a pasar el día en Punta Umbria, cosa que recomiendo..... el verano que viene, ya que el pasado día 18 de septiembre fue la última de esta temporada.
Ahí llega la canoa |
Con esta canoa llegamos a Punta Umbría, allí dimos un paseo por la calle Ancha y comimos en un bar, que no tenía nada que ver con el de ayer, pero que nos encantó, atún, pijotas, boquerones a la plancha, en fin comida de toda la vida, que también tiene su encanto. Ni que decir tiene que nos costó bastante más económico, pero vamos cada cosa tiene su interés y hay que probar de todo. El bar se llama el Marinero, en Punta Umbria.
Bar el Marinero |
El original Hotel Emilio |
Lleva el jardín incorporado, pero el cortacesped es complicado |
Frente al puerto |
Luego, vuelta a Huelva y salimos hacia Sevilla, después de dos días intensos que, como siempre, se nos hicieron cortos. En fin, espero que os haya gustado otra provincia andaluza que tenemos cerquita y de la que se puede disfrutar con un par de días, y espero que a mis amigos onubenses les haya gustado este pequeño homenaje a su ciudad, y si tienen alguna sugerencia de algo que me haya dejado en el tintero, ya sabéis donde encontrarme.
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